Entre los seres humanos podemos entender nuestra función reproductiva como única entre un hombre y una mujer, sin embargo, el proceso de apareamiento entre los animales llega a resultar complicado de conocer al completo debido a que no son poseedores de un único sistema de apareamiento.
Dentro del mundo científico, las definiciones de “ser vivo” o ser viviente prevalecen para explicar la existencia de seres extremadamente diversos en su complejidad, tamaño, inteligencia y otras características diferenciadoras que les permiten adaptarse y sobrevivir ante las amenazas de su entorno. Pero que, además, se deben describir como poseedores de necesidades biológicas de reproducción.
Comportamiento sexual
Las categorías que abundan en el proceso de reproducción animal son las de sexual y asexual.
La sexual es en donde están provistos por aparatos reproductores, donde se forman los gametos y se abre la posibilidad a la fecundación. Mientras que en la reproducción asexual es cuando participa un solo individuo, en donde la unidad reproductora puede ser una célula o un grupo de células, dándole lugar a la fecundación sin la vinculación entre un esperma y un óvulo. Así, quienes se reproducen de esta última manera abundan en las especies de medusas, corales, e insectos.
Las diferencias en los sistemas y procesos que utilizan las especies es significativa para su entorno y hábitat natural. Por ello, cada especie tiene su proceso de procrear, generando distintos espacios para abrir hilo a generar descendencias. En este aspecto es cuando ciertos comportamientos reproductivos de los animales, tanto de las hembras como de los machos, son de suma importancia a la hora de buscar pareja reproductiva.
Es así como Jorge Aguayo, médico veterinario y diplomado en etología, nos comenta que desde la perspectiva evolutiva, en la cual la selección natural opera a nivel del genoma, durante este proceso en la mayoría de los individuos de las especies, se desarrolla un tipo de comportamiento sexual a lo largo de su existencia y cadena evolutiva.
El experto nos explica que las estrategias de apareamiento en su mayoría son ejecutadas como una competencia entre los machos para llegar a alcanzar los gametos femeninos. Estos mecanismos de reproducción animal se ejecutan con la marca de sobre territorio, bailes, sonidos, cantos y expresiones corporales para identificarse como una opción a un posible apareamiento.
Sistemas de apareamiento
Considerando la existencia de distintos mecanismos de reproducción sexual. Siendo la reproducción biparental como la forma más común y la implicancia de dos individuos independientes. A través de la evolución de los animales en su reproducción, los comportamientos hoy en día se han acentuados en dinámicas donde el macho es quien busca y la hembra quien selecciona.
Así, las aumento en las probabilidades de supervivencia del óvulo, huevo o embrión se ha transformado en algo vital para la vida reproductiva del sexo femenino. Debido, principalmente, a la naturaleza de los gametos producidos y a las lógicas de reproducción animal al ser muchas veces el macho capaz de fecundar varios óvulos en un determinado lapso de tiempo.
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