Independencia universitaria y salud mental

Impacto de la independencia universitaria en la salud mental

Cada año, son miles los y las estudiantes que abandonan su hogar familiar para mudarse cerca de su casa de estudios y a la vez, experimentar la independencia universitaria por primera vez. Y es que la ilusión de adentrarse en una nueva etapa y comenzar los estudios superiores, genera en muchos un sentimiento acogedor. Sin embargo, más de alguno de nosotros hemos sentido en algún momento cierta nostalgia hacia nuestra zona de confort o lugar seguro. Y en algunos casos, esto ha escalado más allá afectando nuestra salud mental.

Si bien el grado de autonomía al que se debe someter cada uno es relativo, es parte de ser humanos extrañar nuestra cotidianidad. No importa si el nuevo destino es una casa compartida, pensión, residencia universitaria o departamento, todos en algún punto extrañan su antiguo hogar. O al menos, hemos sido testigos de alguien que ha estado en esa situación. Pero, ¿cómo saber cuando dicha añoranza comienza a volverse negativa? ¿Cómo identificar si la soledad está repercutiendo dañinamente en nuestra salud mental?

Lo que conlleva la independencia universitaria

La presión académica, las expectativas familiares, las evaluaciones, la falta de dinero, dificultades para crear y conservar redes de amigos, son algunas de las tantas pruebas que conlleva independizarse. Situaciones de las que hemos oído hablar probablemente desde pequeños de la boca de nuestros padres o de algún conocido que atravesaba esta etapa mientras nosotros aún crecíamos.  Pero que de todas maneras, han generado un impacto en nuestra conciencia cuando recién nos hemos visto envueltos en alguno o todos esos estados. 

Sin embargo, vivir cada uno de ellos es algo normal y casi siempre pasajero hasta que nos hacemos una rutina. El problema acontece, cuando a todas las situaciones anteriormente descritas, se les suma el sentimiento de nostalgia profunda hacía nuestra residencia anterior. Cuando la única solución que tenemos en mente es regresar a nuestro antiguo hogar. O en otros casos, cuando todo va aparentemente bien, pero aún así persiste ese sentimiento de tristeza, de no pertenencia e incluso de abandono. Cuando luego de pasar el día sintiéndote acompañado, rodeado de aquellas personas que escogiste como amigos/as, llegas a tu actual domicilio y te sientes solo/a. Y así comienzan a ser algunas tardes, noches o días enteros. Y es aquí, cuando según expertos en salud mental, nuestra respuesta a la independencia universitaria comienza a causar estragos en nuestra estabilidad emocional, dando paso a condiciones como la ansiedad y/o la depresión. 

Homesickness: un efecto derivado de la Pandemia 

Otro de los fenómenos más importantes a recalcar, ya que influye considerablemente en este proceso, es el haber pasado dos años confinados y aislados, durante la pandemia actual del Covid-19.  Ya que según la OMS en el “primer año de la pandemia, la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión aumentó un 25%. A esto se suma que en Chile aproximadamente el 16,5% de las personas entre 12 y 18 años tienen algún problema de trastorno mental”. Datos relevantes, ya que existen estudiantes que realizaron su mudanza mientras ya lidiaban con alguna condición en su salud mental.

Imagen de Pinterest

De ahí que aparece el denominado Homesickness que hace alusión a la melancolía que causa el estar lejos de casa. Y resulta ser una forma de ansiedad y depresión al mismo tiempo. Si bien, no debemos caer en un autodiagnóstico, hay una serie de síntomas asociado a este malestar, que permiten identificar si se trata de una desazón pasajera o de algo más. Según la psicóloga Constanza Rojas, dentro de la sintomatología destaca el sentimiento de tristeza que se incrementa con el paso de los días, al extrañar el hogar, familia, y hasta comidas. Extrañar la cultura del lugar de origen, los amigos, la habitación que corresponde a nuestra zona de confort, y sobre todo sentir la urgencia de querer huir del lugar para regresar a casa. Todo esto, estando acompañado por el desinterés de ir a la Universidad, salir con amigos, llanto y hasta crisis de pánico.

Salud Mental universitaria en Chile

Por otra parte, y como también el titular de nuestra crónica hace alusión, es importante referirnos a la Depresión y Ansiedad universitaria como tales. Sobre todo, luego de que un estudio chileno de salud mental, revelara que el 20% de los estudiantes están en riesgo suicida. Investigación sobre la que se pronunció el psiquiatra, Jorge Gaete, diciendo que “muchos de nuestros indicadores son peores que lo que uno encuentra en otros estudios internacionales”. Catalogando a Chile como una de las naciones con el peor índice de salud mental. Así mismo, a través de la encuesta aplicada a universitarios, se llegó a la conclusión de que los padecimientos más comunes son el estrés, la ansiedad, la depresión, los trastornos del sueño y riesgos suicidas. 

Sin embargo y para nuestra mayor preocupación, actualmente estas conductas no han tenido la disminución que los especialistas esperaban. Por el contrario, y como indica la psicóloga Mariana Figueroa “durante lo que llevamos del año, han sido más los estudiantes que agendan una consulta, y la mayoría relaciona su malestar al estar lejos de sus familias y hogares”. Es por esto, que resulta sencillo intuir que tanto la soledad como la nostalgia, son los sentimientos que más destacan entre la pequeña línea que divide el extrañar nuestro hogar como cualquier persona lo haría, o marcar la diferencia y convertirlo en algo más complejo. De este modo, es necesario poder reconocer las señales de riesgo, tanto si tú o si alguien que conoces, se encuentra atravesando este difícil momento. 

Ilustración de @Ro_Garabatos

En suma de todo esto, y corroborando que independizarnos luego de pasar dos años educándonos a través de las pantallas, puede contribuir negativamente en nuestra salud mental, les dejo una guía para lidiar con el Homesickness. Sobre todo, mientras cursamos el mes de la prevención del suicidio, cuya notoriedad ha impulsado la redacción de este escrito. 

Recordatorio amigable: “Extrañar tu hogar no te hace menos maduro ni significa que no estás preparado para vivir solo” – Healthy Children.