Histeria, la historia de una enfermedad

En la edad media la Histeria era contada con expresiones diferente a las que se usaron en la edad contemporánea. Pero la Histeria como enfermedad fue conocida desde la Grecia antigua y su significado y complejidad fue variando con el tiempo. Desde Hipócrates hasta Freud tanto el tratamiento como el significado de la histeria cambiaron considerablemente y en la linea de tiempo indicamos como cambio y como se conoce a en la actualidad.

La depresión: ¿Cómo afecta a los deportistas de alto rendimiento?

El esfuerzo, el fracaso y los logros que tienen los deportistas en sus carreras o vidas personales traen consigo diferentes reacciones en cada uno de ellos. Lamentablemente, algunos tienden a decaer en su estabilidad emocional y comienzan a deprimirse. La siguiente imagen interactiva presenta diferentes casos reales en el deporte, estudios realizados por prestigiosas universidades y testimonios de psicólogos especializados en el área deportiva con respecto a esta enfermedad.

Depresión Infantil: Conozcamos a nuestros niños

La depresión no es un sinónimo de tristeza y tampoco es un concepto desconocido para nuestra sociedad, sin embargo, la depresión infantil es un trastorno diagnosticado poco conocido, por lo que no es tratado como corresponde, ya que se ignoran todas las posibles señales que indiquen si un niño o una niña la padecen. Conozcamos mejor este trastorno y sepamos cómo tratarlo desde casa.

Sin duda que, siendo madre, padre, tío, tía, hermana, hermano, primo o simplemente cercano a algún pequeño, lo que más esperamos es su bienestar, en todo el sentido de la palabra. Por lo que es importante aprovechar todas las fuentes de información que nos pueden enriquecer de conocimiento para comprender la razón del comportamiento y las actitudes que puedan tener.

¿Existen diferencias entre depresión infantil, juvenil y adulta?

Si bien el concepto de depresión es universal, no solo existen diferencias entre estas tres mencionadas, si no que cada persona vive diferentes experiencias, muchas veces traumáticas.

Tal y como menciona Nicolás Darío Bursztyn, estudiante de psicología en la Universidad de Belgrano en su estudio titulado “Factores psicosociales que intervienen en la obesidad y la depresión infantil.”:

“La depresión es distinta de las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana. Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares.”

Situaciones que exponen a los niños a la depresión infantil

Las situaciones mas comunes como relaciones y problemas familiares o la vida escolar son factores importantes.

Entorno familiar

Una mala relación familiar y las peleas frente a los niños puede generar en ellos cuestionamientos innecesarios que los guían a sobre pensar sobre todo a su alrededor y sobre ellos mismos.

Paulina Zabala es madre de cuatro, su hijo menor tiene 10 años, y comenta que previo a la pandemia, en 2019, cuando él tenía 7 años, comenzó a tener actitudes y reacciones bruscas y evasivas.

Luego de conversar con él, descubrió que compañeros le molestaban y obligaban de romper sus materiales “Llegaba con los lápices partidos, las gomas rotas, y los cuadernos todos rayados. Cuando le preguntaba qué había pasado al inicio decía que nada y se enojaba, después y con ayuda de su hermana descubrimos que eran los compañeros. Cuando le volví a preguntar explotó al decir que, al acusarlos, se negaban y quedaba él como mentiroso” lo que generó irritabilidad y malas reacciones por tal injusticia.

Sumado a eso, Paulina admitió tener mala relación con su esposo y que muchas veces peleaban frente a los hijos sin querer. Al ver cambios de humor y reacciones fuertes decidieron comenzar terapia, y asegura que fue la decisión correcta ya que la psicóloga les mencionó que estaba al borde de diagnosticarlo con depresión infantil, hasta que mejoró considerablemente con el apoyo de toda su familia.

Vida escolar

El acoso escolar es un tema determinante, ya que el maltrato, tanto físico como mental, que puedan vivir nuestros niños, afecta en su mentalidad respecto a su vida social. Dependiendo del tipo de maltrato, la percepción sobre ellos mismo los hace cuestionarse sobre ellos mismos y comienza a afectar su autoestima.

La tesis “Bullying y depresión infantil en estudiantes de una institución educativa primaria de Mazamari – 2021” realizada por Bachiller Noelith Noelia Inga Contreras, demuestra en un grupo de población especifico que:

“La relación entre el bullying y la depresión infantil en los estudiantes de quinto y sexto de primaria (…) es directa y significativa, es decir, a mayor presencia de bullying, mayor será la depresión que muestren los estudiantes de primaria de dicha institución educativa.” Evidenciando la influencia del bullying con el trastorno de depresión infantil.

Los trastornos de salud mental tienen que ser tratados como corresponden, no solo afectan a los niños, cualquier trastorno puede afectarnos y es importante manejar la información con el peso que corresponde.

Prevención

Optimismo

Demostrar apoyo, ser positivo y optimista con nuestros niños es uno de los fuertes fundamentales para la prevención de un diagnostico depresivo.

No se llama a sobreprotegerlos, el llamado es a prestarles la atención que ellos requieran y estar al tanto de sus comportamientos y necesidades que pueden reflejar en su salud.

Terapia

Muchas veces, y equivocadamente, se habla de que los psicólogos y terapeutas son para locos, este pensamiento es erróneo y en lugar de ayudar, retrasa la evolución psicológica de nuestros niños.

La terapia es un proceso saludable para todos, hablar de nuestros sentimientos y problemas es una forma sana de mantenernos estables mentalmente para evitar colapsos y crisis que pueden llevaron a futuro a un trastorno o enfermedad de la mente.

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Anticonceptivos y salud mental, los temibles efectos secundarios

Si bien la aparición de los anticonceptivos hormonales se ha tratado de una oportunidad que ha permitido a millones de mujeres disfrutar de su vida sexual sin preocuparse por la concepción, si ha afectado de manera preocupante la salud mental de estas. 

La historia de la contracepción es mas antigua de lo que podríamos creer. Hace ya más de 60 años que la píldora anticonceptiva se encuentra autorizada para su venta, hecho que provocó una revolución en la vida de las mujeres. Esto, además, abrió las puertas a diversos nuevos métodos anticonceptivos hormonales, los cuales tienen un punto en común: efectos secundarios. 

Al crecer, muchos mitos sobre los anticonceptivos escuché: que me pondría gorda, que me pondría raquítica, que me volvería floja… sin embargo, siendo la salud mental un tema tan ridiculizado y tabú, nunca nadie me habló sobre el efecto secundario más peligroso; la depresión y ansiedad a la que el tratamiento hormonal te somete. 

Anticonceptivos hormonales

Compuestos por únicamente progestágenos o por la combinación de estrógenos y progesterona, su principal función radica en inhibir la ovulación y evitar los embarazos no planeados. En este segundo método, el estrógeno, posee la capacidad de regular los niveles de serotonina, conocida comúnmente como la hormona de la felicidad. Por otro lado, la progesterona incide en el principal sistema inhibidor del sistema nervioso central, lo que afecta negativamente al estado del ánimo. 

En el año 2012, C. Niño-Avendaño, J. Ospina D. y F. Manrique realizaron un estudio que tenía por objetivo «identificar la posible asociación entre el uso de anticonceptivos hormonales, y la ocurrencia de episodios de ansiedad y depresión en estudiantes universitarias de Tunja (Colombia)». En este, se determinó una población de 538 mujeres que hacían uso de este tipo de contraceptivo, entre las cuales 102 (18,95%) presentó algún tipo de depresión y 280 (52,04%) indicó grados de ansiedad. 

Así mismo, en «Uso de anticonceptivos hormonales en relación a la terapia antidepresiva: Un estudio basado en la población a nivel nacional» por Ann-Britt Wiréhn, entre sus conclusiones se afirmó que; mujeres, especialmente entre los 16 y 19 años y que hacen uso de anticonceptivos con progesterona, hacen un mayor uso de la terapia antidepresiva. 

Doña Evelyn Yáñez

Para mí, este peligroso efecto secundario solo se hizo presente en mi vida una vez yo comencé a hacer uso de mi primer anticonceptivo hormonal: el Implanol. Esta experiencia me llevó a comenzar a hablar de aquello con mis amigas, compañeras, tías, quien me quisiera escuchar y contar un poco más. Donde sea que iba, hablaba de mi tema favorito: anticonceptivos y depresión. Así supe de la historia de Evelyn Yáñez. 

Con 50 años ya y una mirada reflexiva en el rostro, me relató cómo, debido a irregularidades hormonales, comenzó a tomar anticonceptivos a los 14 o 15 años. Y, si bien no pudo afirmar una edad exacta, desde su adolescencia sufrió cuadros depresivos, lo cual se convirtió en un común en su vida. Así mismo, en un racconto de su vida, reconoció que la gravedad de estos disminuyó significativamente una vez suspendió el uso de estos, hace ya casi una década. 

Su experiencia, la verdad, me pareció tan cruda y cercana a lo que yo misma viví que siento que nuestros minutos de conversación valen la pena ser escuchados y deben ser difundidos. 

Sofía

Así como en la historia anterior, estos efectos secundarios han llevado a otras mujeres a abandonar el tratamiento con anticonceptivos en un intento de salvar su salud mental.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDES 2010) se afirma que la tasa de discontinuación del método anticonceptivo hormonal oral fue de un 49.7% en los primeros 12 meses; y en el estudio “Factores de riesgo asociados al abandono de la anticoncepción hormonal oral en el hospital regional docente de Trujillo» se reconoce a los efectos adversos como uno de los factores que lleva al abandono del tratamiento. 

Sofía fue otro caso de esta temática. 

Después de casi un año de abandonar el tratamiento, Sofía volvió a tomar anticonceptivos y en menos de un mes reconoció que algo extraño sucedía. La tristeza parecía haberse convertido en un permanente en su vida y, como ella misma reconoció, por todo lloraba, todo era motivo de una gran pena. «Desconocí mi cuerpo» declaró. No fue hasta el segundo mes, llevada por la angustia y la necesidad de entender que sucedía con ella, que leyó las contraindicaciones donde postulaba la posibilidad de cuadros depresivos. Fue allí cuando decidió la suspensión del tratamiento. 

Anticonceptivos y discriminación de género

Como Sofía ha habido miles de jóvenes que pasan por esta pesadilla. Mujeres que, día a día, se ven afectadas gravemente por el tratamiento con anticonceptivos hormonales. Que ya sea por ignorancia, por no haber sido guiadas correctamente, o por la nulidad de opciones, deben someterse a estos con terribles efectos secundarios que deterioran su salud mental. 

Sin embargo, no se debe olvidar que existen gran cantidad de otros métodos no hormonales para mujeres. Así mismo, actualmente se encuentran en desarrollo diversas opciones para hombres, además de las ya existentes. Tristemente, y de acuerdo con el estudio «Discriminación de género en el uso de métodos anticonceptivos: Perspectiva de las y los estudiantes de la Universidad del Bío-Bío, sede Concepción», estos se encuentran fuertemente influenciados por una perspectiva de género. Este concluye que «si bien, los hombres reconocen que la responsabilidad del uso de métodos anticonceptivos debiera ser compartida, cuando estos se encuentran en una relación de pareja, en muchas ocasiones este discurso no se asemeja a su realidad, ya que, en sus conductas se revela que estos no se hacían cargo de utilizar ningún método anticonceptivo, finalmente su idea de “responsabilidad compartida” no va más allá de su discurso y no de su actuar». 

hongos alucinógenos

Los hongos alucinógenos como una solución a la depresión

La psicodelia, los años 60, Woodstock y los malos viajes son sinónimos de los hongos alucinógenos. La percepción general de esta sustancia está rodeada de tabú y misterio, pero no deja de ser un elemento sagrado en múltiples culturas, siendo primordial en ritos y ceremonias. Hoy, el enteógeno más antiguo del mundo, podría ser clave para solucionar distintos cuadros clínicos. Los hongos alucinógenos podrían ser una solución a la depresión.

El componente activo

La psilocibina, el componente activo de los hongos alucinógenos, es un alcaloide triptamínico que se encuentra en aproximadamente 200 especies de hongos alrededor del mundo. Sus consecuencias comienzan a presentarse entre 10 y 40 minutos desde la ingesta, y su duración varía entre 2 y 6 horas en total. La mayor parte de la psilocibina es metabolizada en el hígado.

Los efectos de la psilocibina son variados y dependen del estado mental y el escenario donde se encuentra el consumidor. En un principio los usuarios pueden experimentar náuseas y bostezos excesivos, siguiendo con un sentido distorsionado de la realidad, sinestesia y alteración de la percepción del tiempo.

Respecto a su toxicidad y dependencia, no existen registros de muertes por ingesta recreacional, y un estudio concluyente por las doctoras Chuan Yu-Chen, Carla L. Storr y el doctor James C. Anthony, reveló que en Estados Unidos entre 2000 y 2002, en un grupo de adolescentes de entre 11 y 17 años, no se incrementó el riesgo de drogodependencia en la adultez, independiente de la exposición prematura a la sustancia.

Cuadros depresivos

En periodos depresivos, el cerebro se estanca en patrones negativos y la conectividad se retiene. Empezamos a funcionar de manera cíclica, repitiendo actitudes perniciosas con uno mismo. La inmersión en un estado del que no podemos salir se vuelve redundante. Las terapias a veces funcionan, pero en realidad, nada suele tener resultados a corto plazo.

 Y uno de los rápidos efectos del uso de hongos alucinógenos y otros psicoactivos, son conectividad y sinapsis en zonas cerebrales que normalmente no interactúan entre sí. Se logran entonces experiencias catárticas que nos hacen cuestionar las bases de nuestro pensar.

Foto cortesía de Vox

“Los resultados de diversas investigaciones clínicas con psilocibina, enmarcadas dentro de un contexto terapéutico, han arrojado resultados potencialmente beneficiosos para el tratamiento de diversos trastornos mentales como la depresión, la ansiedad y el consumo problemático de sustancias”, así lo confirma un estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República en Uruguay.

Otros exámenes también han demostrado eficiencia en el uso de psilocibina como tratamiento para adicciones, ansiedad y trastorno obsesivo compulsivo. Un estudio de la Universidad John Hopkins demostró que un 80% de los usuarios expuestos a la droga pudieron dejar de fumar por los próximos 6 meses, generando resultados instantáneos. Resultados parecidos se obtuvieron con dietilamida de ácido lisérgico (LSD).

En las culturas antiguas

Varias culturas antiguas utilizaron lo que, probablemente, fueron hongos alucinógenos o sustancias con componentes parecidos para tener experiencias trascendentales, como el peyote o la ayahuasca.

En el mundo hindú, se conoce como Soma, un narcótico divino de la antigua India y considerado un dios por sí mismo. Los griegos, por otro lado, hablaban de la Ambrosía, que literalmente significa inmortalidad, siendo una comida, además, de los mismos dioses. Y en las culturas precolombinas sigue teniendo una influencia importante, parte de la idiosincrasia local hace milenios.

No podemos dejar de ver la importancia cultural que podrían haber tenido los viajes espirituales experimentados en civilizaciones de todo el mundo. Se conectaron mundos como la química orgánica y la teología, entendiéndose así lo racional con lo subjetivo, y lo tangible con lo espiritual, siendo hoy un tema que se encuentra relativamente prohibido en occidente.

foto cortesía de History

Hacia el conocimiento de los hongos alucinógenos

Sería irresponsable de mi parte pensar que el uso de sustancias ilícitas sin control alguno estaría justificado. Pero lo sería también pensar que por ser una alternativa distinta a las tradicionales no deberíamos considerarla. Buscar solamente respuestas dentro del canon tradicional del mundo de la medicina es cerrar puertas con variadas posibilidades.

Los estudios llevados a cabo demuestran patrones positivos al momento de tratar la depresión, los problemas de salud mental y ciertas adicciones. Las conclusiones al respecto, si bien forman parte de un nicho médico, alientan a seguir con procesos investigativos que logren sanar uno de los mayores problemas de época, la salud mental.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define las drogas como “toda sustancia que, introducida en un organismo vivo, pueda modificar una o varias de sus funciones”. Básicamente, cualquier tipo de interacción con algún elemento que afecte nuestro sistema nervioso estaría en la definición. Los cambios de percepción, generados por ansiolíticos o antidepresivos afectan nuestro entendimiento de todas maneras, con la particular diferencia de haber sido aprobados de manera estandarizada.

Tener otras herramientas para trabajar nuestro bienestar, depende ahora de los avances realizados en las áreas de neurología y psiquiatría. Se deben empujar entonces los límites de la brújula moral y el espíritu de nuestro tiempo. El Centro Imperial para la Investigación Psicodélica del Imperial College London es pionero, pero aún queda mucho camino por recorrer. Los hongos alucinógenos podrian ser una solución plausible a la depresión.