La depresión no es un sinónimo de tristeza y tampoco es un concepto desconocido para nuestra sociedad, sin embargo, la depresión infantil es un trastorno diagnosticado poco conocido, por lo que no es tratado como corresponde, ya que se ignoran todas las posibles señales que indiquen si un niño o una niña la padecen. Conozcamos mejor este trastorno y sepamos cómo tratarlo desde casa.
Sin duda que, siendo madre, padre, tío, tía, hermana, hermano, primo o simplemente cercano a algún pequeño, lo que más esperamos es su bienestar, en todo el sentido de la palabra. Por lo que es importante aprovechar todas las fuentes de información que nos pueden enriquecer de conocimiento para comprender la razón del comportamiento y las actitudes que puedan tener.
¿Existen diferencias entre depresión infantil, juvenil y adulta?
Si bien el concepto de depresión es universal, no solo existen diferencias entre estas tres mencionadas, si no que cada persona vive diferentes experiencias, muchas veces traumáticas.
Tal y como menciona Nicolás Darío Bursztyn, estudiante de psicología en la Universidad de Belgrano en su estudio titulado “Factores psicosociales que intervienen en la obesidad y la depresión infantil.”:
“La depresión es distinta de las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana. Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares.”

Situaciones que exponen a los niños a la depresión infantil
Las situaciones mas comunes como relaciones y problemas familiares o la vida escolar son factores importantes.
Entorno familiar
Una mala relación familiar y las peleas frente a los niños puede generar en ellos cuestionamientos innecesarios que los guían a sobre pensar sobre todo a su alrededor y sobre ellos mismos.
Paulina Zabala es madre de cuatro, su hijo menor tiene 10 años, y comenta que previo a la pandemia, en 2019, cuando él tenía 7 años, comenzó a tener actitudes y reacciones bruscas y evasivas.
Luego de conversar con él, descubrió que compañeros le molestaban y obligaban de romper sus materiales “Llegaba con los lápices partidos, las gomas rotas, y los cuadernos todos rayados. Cuando le preguntaba qué había pasado al inicio decía que nada y se enojaba, después y con ayuda de su hermana descubrimos que eran los compañeros. Cuando le volví a preguntar explotó al decir que, al acusarlos, se negaban y quedaba él como mentiroso” lo que generó irritabilidad y malas reacciones por tal injusticia.
Sumado a eso, Paulina admitió tener mala relación con su esposo y que muchas veces peleaban frente a los hijos sin querer. Al ver cambios de humor y reacciones fuertes decidieron comenzar terapia, y asegura que fue la decisión correcta ya que la psicóloga les mencionó que estaba al borde de diagnosticarlo con depresión infantil, hasta que mejoró considerablemente con el apoyo de toda su familia.
Vida escolar
El acoso escolar es un tema determinante, ya que el maltrato, tanto físico como mental, que puedan vivir nuestros niños, afecta en su mentalidad respecto a su vida social. Dependiendo del tipo de maltrato, la percepción sobre ellos mismo los hace cuestionarse sobre ellos mismos y comienza a afectar su autoestima.
La tesis “Bullying y depresión infantil en estudiantes de una institución educativa primaria de Mazamari – 2021” realizada por Bachiller Noelith Noelia Inga Contreras, demuestra en un grupo de población especifico que:
“La relación entre el bullying y la depresión infantil en los estudiantes de quinto y sexto de primaria (…) es directa y significativa, es decir, a mayor presencia de bullying, mayor será la depresión que muestren los estudiantes de primaria de dicha institución educativa.” Evidenciando la influencia del bullying con el trastorno de depresión infantil.
Los trastornos de salud mental tienen que ser tratados como corresponden, no solo afectan a los niños, cualquier trastorno puede afectarnos y es importante manejar la información con el peso que corresponde.
Prevención
Optimismo
Demostrar apoyo, ser positivo y optimista con nuestros niños es uno de los fuertes fundamentales para la prevención de un diagnostico depresivo.
No se llama a sobreprotegerlos, el llamado es a prestarles la atención que ellos requieran y estar al tanto de sus comportamientos y necesidades que pueden reflejar en su salud.
Terapia
Muchas veces, y equivocadamente, se habla de que los psicólogos y terapeutas son para locos, este pensamiento es erróneo y en lugar de ayudar, retrasa la evolución psicológica de nuestros niños.
La terapia es un proceso saludable para todos, hablar de nuestros sentimientos y problemas es una forma sana de mantenernos estables mentalmente para evitar colapsos y crisis que pueden llevaron a futuro a un trastorno o enfermedad de la mente.
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