Mindfulness

Mindfulness: Una terapia que beneficia a nuestra salud mental

El mindfulness es una práctica que ha generado diferentes beneficios para la salud mental, como la ayuda al manejo de la ansiedad, estrés, introspección y a estar más conscientes del presente. En este último punto este tipo de terapia ha demostrado ser clave para el bienestar general de las personas, ya que permite reconocer con nuestros sentidos lo que sucede en el ahora. Hoy, junto a la información recopilada por una entrevista a la psicóloga María José Cortés Villa, conocerás más acerca de esta práctica meditativa.

Mindfulness: ¿Cuál es el origen y significado?

El origen del mindfulness partió desde la cultura oriental hace aproximadamente 2.500 años, donde su realización iba ligada a las creencias religiosas. Al pasar de los años se occidentalizó, quitando esos valores, pero rescatando su utilidad a nivel cerebral y práctica. A través de estudios se descubrió que el mindfulness aportaba varios beneficios en la mente del ser humano, convirtiéndose en una herramienta terapéutica e incluso hasta en un estilo de vida.

Si bien no existe una traducción literal del significado de mindfulness, el concepto que más se acerca es ‘Atención Plena o Conciencia Plena’. Esto debido a que el objetivo principal de esta práctica es poder enseñarle al cerebro a salir del piloto automático y vivir en el presente. «El piloto automático es un estado mental que se puede ver reflejado por ejemplo cuando estás haciendo muchas cosas, estás con sobrecarga, estudios, trabajando, y de repente te puede pasar que vas en la calle, llegas a la casa y no sabes cómo lo hiciste. A eso se le conoce como piloto automático, cuando apagas tu capacidad de atención», nos aclaró la psicóloga. Además, cabe agregar que el mindfulness no es una técnica de relajación, sino que una forma de entrenar la mente para conectar con el presente.

¿Cómo puedo realizar esta práctica meditativa?

El mindfulness lo puedes realizar principalmente de dos formas: formal e informal. En la primera existe una estructura, donde se recomienda hacer junto a un experto o aprender de un profesional y aplicarlo de forma independiente. La idea es que puedas aplicarlo de forma gradual, por varios minutos, todos los días y, especialmente, en la misma sección horaria. «Lo ideal es empezar por unos 10 minutos hasta llegar a 30 minutos o una hora, que es lo recomendable. Además, si quieres lograr cambios estructurales en tu cerebro, debes trabajarlo al menos tres meses», sostuvo la profesional.

Existen varias formas de llevar a cabo el mindfulness formal, pero el formato clásico consta de estar sentado con una buena postura, en un ambiente más tranquilo y centrándonos en la respiración, debido a que ésta es el ancla que nos une con el presente. «Probablemente en el transcurso aparezca el «comentarista interno», el cual es una voz que todos tenemos y que va comentando lo que hacemos. El mindfulness lo que busca no es silenciar esa voz, sino que escucharla y entender que yo no soy ese comentarista, y a través de eso ser un observador de nuestra mente y aceptar y dejar pasar esos pensamientos.», agregó.

Por otro lado, la práctica informal va más relacionada a las actividades de nuestro día a día. Enfocarnos en poner atención cuando manejamos, caminamos, comemos, limpiamos, etcétera, nos ayuda a entrenar ciertas zonas de nuestra mente.

La forma más clara para resumir todo lo anterior, es el formato en que se aplica el mindfulness. La práctica formal consta de una mayor estructura y dedicación de tiempo a un espacio específico para realizar esta terapía y la práctica informal trata sobre concentrarnos en las acciones de la vida cotidiana.

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Los grandes beneficios en la etapa de formación

Gracias a los nuevos conocimientos sobre el mindfulness, en Chile hay proyectos donde se está aplicando desde la primera infancia. Esto ya que se ha visto que si su práctica se realiza desde pequeños, hay un aumento en el rendimiento académico y una disminución considerable en la sensación de estrés.

En el caso de los universitarios sucedería algo similar si su práctica llegara a ser continua, «en la etapa universitaria pasa mucho que la carga académica es más elevada, tendemos a no estar presentes y que muchas veces hay poco tiempo. La práctica del mindfulness es como una inversión, en el sentido de que mediante vaya practicando mi mente en la atención plena voy a lograr ahorrarme tiempo, por ejemplo en la concentración cuando estudiamos», añadió la psicóloga. Sumado a esto, los beneficios como una mejor gestión del tiempo y la disminución de la sensación de cansancio, reduciría el nivel de estrés, ayudando a un mejor rendimiento por parte de los estudiantes.

Además, la finalidad del mindfulness es trabajar la atención selectiva a través de la autocompasión, ya que esta trata de vernos a nosotros mismo con amor. «Por ejemplo, cuando tenemos una mascota y esta cometió un error, uno la corrige, pero lo hacemos con ternura. Lo mismo debería suceder con nosotros, ya que tendemos a tener un diálogo interno muy duro, y por medio de esa conciencia plena desde la autocompasión, podemos comprendernos mejor», expuso Cortés.

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Mi experiencia con el mindfulness

Si bien el mindfulness no ha sido una terapia que haya realizado de forma continua, sí he tenido la oportunidad de trabajarla en algunas ocasiones con un profesional. Pienso que el acompañamiento de un experto siempre va a ser mejor, donde en el caso de la práctica formal requiere de una estructura y de una inversión de tiempo.

Mi experiencia con el mindfulness ha sido muy positiva, en el sentido de que he logrado mejorar mi concentración cuando trabajo, estudio y en mi comunicación interpersonal. Sumado a esto, debo agregar que en mi caso siempre he tenido problemas de atención al escuchar a las personas, y es aquí donde, principalmente, la práctica informal me ha dado los beneficios ya mencionados.

Por último, a través del análisis de esta terapia, he podido concluir que es de suma importancia que se promueva desde niños, ya que ha demostrado dar grandes resultados. Ciertos componentes orientales que se han mantenido en el mindfulness, como la autocompasión, ayudan a cambiar la forma en que nos vemos y tratamos, siendo clave para el desarrollo personal.

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musicoterapia en las personas

Musicoterapia: Un beneficio al alcance de todos

Escuchar la lista de reproducción favorita, improvisar sonidos o hasta cantar la canción que tenemos pegada en la cabeza, es algo que hacemos siempre. El poder mejorar nuestro bienestar a través del uso de la música como tratamiento, las y los profesionales lo han definido como «musicoterapia».

El comienzo de la musicoterapia

La Asociación Nacional de Musicoterapia de Argentina, define este concepto como «la aplicación científica del arte de la música para lograr objetivos terapéuticos». Por otra parte, La Federación Mundial de Musicoterapia describe este concepto como el uso profesional de la música en nuestro entorno, a fin de optimizar la calidad de vida. Esta organización internacional sin fines de lucro, fundada en 1985, ha logrado reunir a diferentes asociaciones que realizan este trabajo. Pero no es acá donde inicia el mundo de la musicoterapia, sino que fue en la prehistoria.

En este periodo, los expertos aseguran que su principal uso se centró en estar presente en los ritos religiosos, danzas y cosechas. Luego, cerca del 1500 AC, en los papiros médicos egipcios recetaban la música para curar y, en el caso de las mujeres, mejorar la fertilidad. En la antigua Grecia empezaron a estudiar este fenómeno, concluyendo que genera efectos positivos en la educación de la personalidad. Además, los grandes precursores de la musicoterapia, Platón y Aristóteles, estudiaron el poder religioso que contiene. Y en Roma, se descubrió que esta actividad traía beneficios a las enfermedades mentales y al insomnio.

Tiempo después llegó la Edad Media, etapa donde sabemos que hubo una gran absorción y sincretismo de diferentes culturas. Dejándonos a varios autores como el Arcipreste de Hita, Quintiliano y Séneca, los cuales en sus textos hicieron referencias a este concepto. En este caso, la readaptación de la musicoterapia significó avances en el ámbito educativo.

La llegada de la Edad Moderna provocó movimientos tales como el Renacimiento y el Barroco. Estos promovieron establecer criterios de cientificidad sobre las teorías musicales. Por otro lado, también se concibió la idea de que la música es un medio de comunicación de las emociones.

Una nueva perspectiva

Ya en el siglo XX, mientras transcurría la Primera Guerra Mundial, la música tomó protagonismo en los hospitales de veteranos. La contratación de músicos se debía a una forma de ayuda terapéutica. Junto a esto, en 1950 se fundó la primera Asociación Nacional de Terapia Musical, llevando su uso a hospitales psiquiátricos y neurológicos.

Gracias a los avances de la neurociencia, la musicoterapia se ha logrado transformar en una profesión. Su expansión se ha consolidado en muchos países, principalmente del continente americano y europeo.

musicoterapia en adultos mayores
Imagen extraída de: unir.net

¿Cuáles son los efectos y beneficios?

La musicoterapia ayuda al desarrollo humano, comprendido como un beneficio a la salud física, social, comunicativa, emocional e intelectual. Sus aportes son considerables y se pueden dividir en al menos cinco áreas:

  • Afectivo–Emocional: mejor manejo de la ansiedad, mayor tolerancia a la frustración, potencia la expresión de los sentimientos, mayor autoestima y conformación de la identidad personal.
  • Comunicación: mayor capacidad de expresión de nuestra personalidad y el uso de la música como medio de comunicación.
  • Psico-Social: promueve la conciencia social, la cooperación y la participación colaborativa.
  • Cognitivo-Conductual: mayor atención, mejor aprendizaje y estimulación de la imaginación.
  • Educacional: crecimiento y creación de habilidades académicas.

Esta actividad es una herramienta que ayuda en todos los aspectos y que es clave para el crecimiento personal. Los efectos de la musicoterapia, en cualquier etapa del ser humano, ha demostrado ser necesaria para mejorar distintos ámbitos de la salud mental.

Video extraído de: Telemadrid

Son muchos los beneficios que se pueden encontrar cuando es aplicada en la infancia, incluso previa a esta, en el embarazo. La música ayuda a estimular muchas zonas del cerebro, lo que se contribuye a un mejor desempeño de este órgano.

En los adultos mayores diversos estudios han llegado a la conclusión que la musicoterapia mejora la calidad de vida, logrando alcanzar un envejecimiento activo. Los principales beneficios han demostrado disminuir la agitación, el estrés y la depresión. En el caso de las personas mayores con demencia, esta terapia se traduce en favorecer la relajación y generar respuestas emocionales positivas.

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La opinión de la musicoterapia desde el TDAH

Desde mi perspectiva, como alguien con déficit atencional e hiperactividad, la terapia musical es un beneficio que nos ayuda a entender como somos. El haber formado parte de un ambiente ligado a la música, ya sea creando o escuchando, ha sido un método clave para la relajación y el manejo del estrés. La recomendación como tal es que independiente de tener o no TDAH, todas las personas deberían experimentar la musicoterapia. Potenciar nuestras funciones cognitivas, mejorar los problemas emocionales, fortalecer distintas habilidades y estimular nuestro cerebro, fortalecerán un mejor desarrollo personal.

Lo llamativo de todo esto es que, si bien se puede realizar de forma profesional, existe una gran variedad de formatos en los que se puede aplicar. Un ejemplo claro son las plataformas de streaming como Spotify, Apple Music y Youtube, ya que nos entregan diversas listas de reproducciones y podcast relacionados a este tipo de terapia.

A partir de todo esto, está más que claro afirmar la importancia de la interacción entre las personas y la música. Esta es parte desde los inicios de la humanidad y es la forma de expresión más conocida y utilizada en el mundo.